Un total de 134 asociaciones, organizaciones y plataformas vecinales y sociales de todo el mundo han remitido una carta abierta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen
advirtiendo de que el proyecto de mina de litio ‘San José de Valdeflórez’, que se quiere llevar a cabo en la Sierra de la Mosca de Cáceres, «es inviable».
La organización internacional ‘Sí a la Vida No a la Mina/ Yes to Life No to
Mining’ (YLNM), una red global de comunidades que se oponen a proyectos mineros, se ha hecho eco de este proyecto y ha escrito una carta a la presidenta de la Comisión Europea para que «conozca con detalle la oposición social y los valores ambientales extraordinarios de la zona».
Junto a la plataforma ciudadana Salvemos la Montaña de Cáceres, que se opone al proyecto minero desde mediados de 2017, las 134 organizaciones encabezadas por la red global YLNM se han dirigido a Ursula von der Leyen, a la que han solicitado varias cuestiones.
Por ejemplo, se le reclama que «se revise completamente el apoyo financiero, promocional y comunicativo que están otorgando al proyecto minero de la empresa australiana Infinity Lithium, ya que el mismo tiene un enorme impacto negativo sobre la salud, el medio ambiente, los aspectos sociales y económicos de la ciudad y alrededores».
En la misiva, se le recuerda a la Comisión Europea que el Plan General Municipal (PGM) de Cáceres no contempla este tipo de instalaciones a menos de 2 kilómetros del casco urbano, ni en este tipo de suelo catalogado como suelo rústico no urbanizable.
Piden, además, que la Unión Europea «no presione de ninguna manera a las autoridades municipales, ni regionales, ni a la ciudadanía para que se lleve a cabo el citado proyecto», así como que sea «fiel» a sus propósitos recogidos en la Estrategia Europea por la Biodiversidad 2030, publicada el pasado 20 de mayo.
En esa estrategia se menciona expresamente la necesidad de reforzar los territorios protegidos para las aves, se pretende potenciar los corredores ecológicos entre zonas de la Red Natura 2000 y se dice que «para reactivar la economía es crucial evitar caer y encerrarnos en viejos hábitos perjudiciales, que debemos asegurarnos de que la economía sirva a las personas y a la sociedad y devuelva a la naturaleza más de lo que le quita», en definitiva, que se cumpla el Pacto Verde Europeo (European Green Deal).
En la carta se recoge que «la ciudadanía se siente indefensa en su oposición al proyecto» y más aún desde que el propio alcalde de la ciudad, Luis Salaya, declaró recientemente «estar asustado de la presión que pudiera venir de Europa»
recalcando la necesidad de «evaluar el impacto local de la mina», que es «muy elevado».
Asimismo, se muestra la preocupación de los impactos negativos sobre la naturaleza, el agua y sobre la actividad económica del turismo, sector primordial de la economía local de Cáceres, ciudad que es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y está rodeada de la Sierra de la Mosca, un paraje natural de gran valor ecológico.
La carta destaca que la normativa municipal no permite la realización del proyecto y la empresa minera Infinity Lithium «no cuenta con ningún permiso administrativo vigente ni con licencia social para operar». Además de estar doblemente sancionada por la Junta de Extremadura y por el Ayuntamiento de Cáceres. Por lo tanto, «la mina de litio en las inmediaciones de la ciudad es totalmente inviable», recalca la misiva.
De este modo, considera que la financiación que está recibiendo la empresa promotora Infinity Lithium es un «castillo en el aire» para «generar una apariencia de viabilidad y de solvencia que a día de hoy no es posible».
«La Comisión Europea condicionada por los fuertes intereses económicos de industrias como la minera y la automovilística no está prestando la debida atención a la ciudadanía opuesta al proyecto minero de litio en Cáceres. Esto nos preocupa porque lo que tiene que decir la ciudadanía de Cáceres es muy importante: destruye nuestra ciudad, es totalmente insostenible», ha asegurado Guadalupe Rodríguez, delegada de la asociación internacional en el sur de Europa.
También lo son otros proyectos planteados en toda la Península Ibérica y por eso, «son numerosas las plataformas ciudadanas opuestas a proyectos mineros que se identifican con el creciente problema de la minería y se suman a la carta», ha asegurado.
Desde las organizaciones firmantes se reprocha a la Comisión Europea que «está mostrando un gran interés y prisa por contar con proyectos insignia que se ajusten a los planes de impulsar un mercado de baterías dentro de Europa y para llevar a cabo la transición energética», pero «el gran problema es que estos planes se han construido a la medida y ritmo que marcan las industrias como la automovilística o la minera y sin contar con la ciudadanía potencialmente afectada», añade la organización en nota de prensa.
«En el nombre del crecimiento económico, la innovación y la tecnología se permiten destruir la esencia de una ciudad que vive del turismo e instalar una industria contaminante a 800 metros del casco urbano y de otros lugares de importancia para la vida de los cacereños como el nuevo hospital de la ciudad y el campus
universitario. Es intolerable y no lo vamos a permitir», ha recalcado el presidente de la Plataforma Salvemos la Montaña, Eduardo Mostazo.
La Plataforma Salvemos la Montaña ha agradecido a todas las asociaciones que han ofrecido su apoyo y que se han sumado a la iniciativa impulsada por YLNM.